La puerta violeta

Por Ángela Camañes, Secretaria de Feminismo de las Juventudes Socialistas de la provincia de Zaragoza.

ESPACIO JSA-ZARAGOZA
Por Ángela Camañes, Secretaria de Feminismo de las Juventudes Socialistas de la provincia de Zaragoza.

Una tostada y un buen tazón de chocolate harán que esté preparada para la lucha -me digo para mis adentros sentada en la cocina mirando al frente fijamente-.

¿Nerviosa? Un poco. ¿Empoderada?… Muchísimo.

Me dispongo a bajar; primer escalón, y pienso: igualdad; segundo escalón, sororidad, y así mi cerebro empieza a repasar la manera, la forma, en la que toca luchar este gran día, aunque irónicamente pienso que ya me ha tocado luchar todos los días, y me río, no porque me haya parecido algo gracioso sino porque tengo la esperanza de que algún día lo consigamos.

Salgo a la calle respiro y me pongo grandes canciones mientras voy hacia la plaza San Francisco, ‘La puerta Violeta’ de Rozalén, como adoro esta canción, subo el volumen y me envuelvo en todas las verdades dichas y claro, no escucho nada.

Ayer mis amigas y yo quedamos a las diez y media, como siempre voy tarde y con diez llamadas perdidas de ellas en la pantalla de bloqueo de mi móvil. ¡Llegas tarde! Me gritan al llegar, pero me ayudan con todo lo que llevo, pancartas, megáfono, pintura de color morado, materiales que habíamos preparado para este momento. Nos pintamos el símbolo de Venus con la pintura, y compañeras de nuestro alrededor empiezan a acercarse a preguntarnos si se lo podríamos hacer también, acabamos todas con la cara pintada y con aún mas fuerza.

Megáfonos donde las mujeres gritan canciones y frases repetidas por las demás, compañeras que no conoces pero lleváis una conversación genial, más canciones, pienso que es un momento de seguridad en el que no tengo miedo al estar rodeada de gente y que pase algo, todas gritamos y luchamos para lo mismo.

En un momento todo se calla, se baja el volumen para mi, y reflexiono sobre todo lo que esta pasando, a donde hemos llegado y lo intenso que esta siendo este momento. Lucho y luchamos en un día de felicidad por luchar, de tristeza por aquellas que no pueden estar, de impotencia frente a un gobierno que tiene políticas machistas, de fuertes emociones que al fin y al cabo hacen que este enfadada, pero que nunca me rinda ni desaparezcan las ganas de dejar de estar aquí, poniendo mi esfuerzo por un mundo mejor.

Pido el deseo de poder estar aquí el año que viene, pido el deseo de que las mujeres de mi alrededor estén aquí el año que viene, pido que aquellas que no hayan podido venir cojan fuerza y piensen que luchamos por su voz, pido amor, paz y también pido que si la próxima soy yo, que sea la última. Y como dice Marwan en una de sus canciones ‘Que este siglo poco a poco nos devuelva lo perdido.